Pocos lo saben aún, por lo rápido que se dio todo: en menos de 10 días pasó de una idea a la realidad. Pero ahora tengo dos casas. Suena raro, medio ridículo, pero quienes conocen mis commuting blues, comprenderán que haberme mudado -de martes a viernes- a menos de 8 cuadras de mi laburo, tiene mucho sentido.

Así que acá estoy, escribiendo esto desde un monoambiente muy bonito, que me cedió la novia de Traveller_, ya que no lo estaba usando desde que viven juntos en el departamento de la otra punta del pasillo. Tenerlos ahí cerquita es otra ventaja. En fin, esta oportunidad fue única, encaja exactamente con lo que necesitaba, y es increíble que no haya dudado ni un poquito...